miércoles, 31 de agosto de 2011

Entrevista a Marcela Rosales


¿Cuál es el primer trabajo que realizaste a nivel periodístico y cómo lo conseguiste?

Bien, el primer trabajo que hice a nivel periodístico fue cuando habían pasado cuatro años de haberme recibido como licenciada en Comunicación Social, luego de que había terminado mi maestría en periodismo, el Clarín. Fue un trabajo vinculado con la maestría, que era la agencia de Clarín en Rosario, y ese trabajo; que estaba íntimamente ligado a la maestría, tenía que hacerlo sí o sí; cuando finalizó me llevó a dos trabajos periodísticos más, también vinculados con mi actividad de docente.

Uno de ellos, que fue en Rosario 12, surgió a través de la Jefa de mi cátedra de redacción, que sabía que había una vacante en el diario y me recomendó, fui a hacer una prueba y me quedé trabajando. Y el otro trabajo fue en un canal de televisión, en el noticiero, en la redacción de las noticias para los locutores de las noticias breves y de las presentaciones de las noticias en general. Que no era un trabajo de producción periodística, pero que sí tenía que ver con el modo de comunicar las informaciones para el medio audiovisual.

¿Crees que en la actualidad hay mayores alternativas de conseguir trabajo en el medio, que en años anteriores?

Hay una situación diferente que tiene que ver con la calidad de las puertas que se abren. Probablemente haya más posibilidades de hacer trabajos de periodismo, porque hay muchos medios más pequeños, porque las instituciones tienen una estructura comunicacional que incluye a la prensa y cada vez más, entonces no solamente es posible hacer periodismo desde los medios, sino también desde las instituciones. Pero sí me parece que antes el trabajo periodístico en general, en cualquier sector de la economía, tenía una continuidad mayor que la que puede tener hoy, otras seguridades. Digo, entrar a trabajar en un medio y hacer carrera dentro del medio no es tan simple, como tampoco lo era antes, pero ahora hay más oportunidades de hacer periodismo desde otros lugares, que tienen una relación laboral bastante más lábil que la del capitalismo general. Y eso influye sobre las profesiones en general y no sólo con nuestra carrera.

¿Cuál es la plenitud, a tu entender, con relación a un trabajo periodístico?

Esa es una cuestión muy personal. A mí, en general no me gusta hacer periodismo de coyuntura, la cobertura del día a día, de agarrarte de los pelos y de escribir todo rápido no. No tengo un perfil para trabajar en eso porque soy más bien obsesiva, cuidadosa, necesito tiempo para pensar. Entonces me gusta hacer notas en las que tenga una semana para consultar fuentes, para las revistas, digamos, ese tipo de publicaciones. O publicaciones bastante más cuidadas que la prensa diaria, por ejemplo.

Y para mí, lo mejor es tener los huevos en varias canastas, tener varias puertas abiertas y no cerrar ninguna porque me gusta hacer de todo. Me gusta la docencia en el periodismo, me gusta escribir para el periodismo, me gusta la construcción del diseño audiovisual. Entonces, prefiero tener la posibilidad de trabajar en las instituciones, en los medios, en la universidad con los distintos aspectos del periodismo, es lo que a mí más me gusta. Ahora, eso tiene su contrariedad, que está vinculada con que estar concentrado en muchas cosas a la vez implica un desgaste que no encuentra el mismo rédito económico, no es que en todos los lugares te llenas de plata, entonces es desgastante también ese modo de trabajar.

¿Consideras que trabajando en relación de dependencia el periodista puede conservar su ideología o, en ocasiones, es necesario adaptarse a las exigencias del medio de comunicación?

Yo creo que, en general, uno se da cuenta del criterio por la relación con la audiencia, nunca me pasó que tuviera que cambiar un determinado enfoque. Seguramente si vas a escribir para Clarín, en el contrato de lectura que tiene Clarín con su audiencia, con sus usuarios o lectores, no van a aceptar hacer apología de los k. Entonces, uno va buscando también el criterio periodístico en función de la audiencia, pero nunca me pasó que alguien me diga exactamente lo que tengo que hacer.

A veces, cuando escribo notas institucionales, me genera cierta cuestión así como rara. Por ejemplo, cuando tengo que escribir para la Municipalidad, tengo que hacer un recorte en el que, si bien no esté hablando rositas sobre la Municipalidad, no puedo hablar de la queja. Y por ejemplo si voy a hacerle una nota a alguien que está contento porque le pusieron los contenedores de basura, sé paralelamente que hay muchos basurales a cielo abierto en Rosario. Entonces, esas cuestiones son preocupantes, de algún modo, pero también es posible en lo chiquito y en la letra pequeña del texto, ir dejando deslizar algunas de estas cuestiones, que no hagan que el texto sea no publicado; que, en definitiva me parece que es peor que acomodarlo hacia otra perspectiva.

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